lunes, 12 de septiembre de 2011

La Patrona

3ª semana de julio
Por fin empezamos con algo real, nos vamos a conocer La Patrona en el municipio de Amatlán de los Reyes, Estado de Veracruz. (Que conste que he elegido venirme en lugar de ir a un cóctel a conocer a Gael García Bernal y Diego Luna, ¿razón de conocerlos? esperaros a otro post!)

La Patrona es un grupo de unas 15 mujeres, la mayoría familiares entre sí,  que prestan ayuda a los migrantes que pasan en el llamado tren del diablo. Este tren no siempre vino cargado de migrantes. 

Esperando al tren
Todo empezó cuando una de las patronas, Bernarda, venía de comprar pan y leche para sus “papases” y caminaba a lo largo de la vía del tren que atraviesa el municipio para llegar hasta su casa. Entonces al pasar el tren oyó que alguien gritaba: “madre, tenemos hambre”, se quedó parada, extrañada al ver que venía gente subida en los vagones del tren. La gente de los vagones seguía gritando y entonces ella comprendió que venían de lejos buscando un mejor destino y que tenían hambre, entonces agarró las bolsas que llevaba y se las lanzó a los migrantes. Al llegar a casa contó lo ocurrido a sus padres y hermanas y desde ese día, las que se hacen llamar las patronas, preparan raciones de comida todos los días en la casa de una de ellas (una papelería) y escuchan atentas la llegada del tren para apresurarse a lanzarles bolsas con frijoles, arroz, pan y agua a las personas que van sobre los vagones del tren.


Así, las Patronas vienen realizando esta labor desde hace 16 años, 8 de esos años sin ninguna ayuda, tan sólo con sus recursos, aportando cada una lo que podía. Hoy en día, el tren de los migrantes es una realidad bien conocida y las patronas han pasado de preparar 25 raciones de comida a 150. Por suerte, ahora cuentan con donaciones y apoyos de otras organizaciones y varias veces por semana limpian una panadería a cambio de que les den cestas de pan. Estas mujeres se han dado a conocer en México por su labor y de hecho, estando con ellas vinieron las cámaras de televisión a rodar un documental para un programa llamado “héroes de incógnito”. Muchas de ellas eran reticentes a salir en la televisión, por lo que piense la gente del pueblo, porque no las dejan sus maridos, porque crean que las pagan y también porque para ellas, los verdaderos héroes son los migrantes, que dejan su familia y su hogar y arriesgan sus vidas en busca de una vida mejor.

No se puede explicar lo que se siente en esos 10 minutos en que pasa el tren y te matas por repartir bolsas de comida, intentando que agarren cuantas más y no caigan al suelo, esperando que sea suficiente y lleguen para todos.
Los migrantes cuando pueden se bajan de encima de los vagones al hueco entre vagón y vagón, porque es más fácil agarrar las bolsas estirando el brazo a pesar del riesgo que supone que puedan caer en el hueco. El tren pasa a toda velocidad rozándote, pero aún así intentas acercarte lo más posible sin importarte la velocidad, ni los arañazos que quedan en todo tu brazo cuando te areebatan las bolsas. Y ahí estás plantada frente a ellos estirando el brazo o lanzando bolsas a lo alto del vagón, desesperándote cuando la velocidad del tren es tan alta que hace que las bolsas se rompan y caiga la comida al suelo, agobiándote cuando vienen mas inmigrantes de los esperados y los últimos se quedan sin bolsa y emocionándote cuando a pesar de que no hayan alcanzado una bolsa te gritan: GRACIAS

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