Y seguimos con los comienzos tardíos…
Nos alojamos en un hotel en el zócalo, que es como le llaman aquí a la plaza mayor. Todas las ciudades mexicanas son como una cuartilla que parte de un zócalo y a partir de éste, la ciudad se divide en cuatro partes: norte, sur, este y oeste, así que las calles son 1ª norte, 2ª norte…12ª norte y así sucesivamente con cada uno de los puntos cardinales.
¿Y qué hay en Cholula?
Dicen que entre Iglesias y capillas suman más de 365 en Cholula, una para cada día del año; y es cierto que levantando la vista no asoman más que picos de sus tantas iglesias, pero lo de 365 es una leyenda.
El día 6, 7 de julio ya para vosotros y después de un vuelo con hora y media de retraso, mi compañera Eider y yo llegamos al aeropuerto de DF. De ahí, tomamos un autobús (a partir de ahora nada de decir coger el autobús que ya sabemos todos lo que significa en Centroamérica…) al estado de Puebla, donde nos esperaban para llevarnos a Cholula. Y después de 24h en tránsito ¡llegamos!
Cholula es un municipio del Estado de Puebla y es donde se encuentra una de las oficinas de Ayuda en Acción México, la organización por la que fui seleccionada junto con Eider, que es enfermera. En principio debíamos estar unos días de adaptación allí hasta que fuésemos enviadas a nuestros respectivos proyectos con contrapartes locales. Pero en esos días aprendimos la primera lección: aquí el ritmo y los tiempos son distintos… y no me refiero a las 7h de diferencia horaria, sino que la expresión “ahorita” pueden ser días aquí. Así que por cuestiones de organización, sin proyecto al que poder ir por falta de alojamiento y por una supervisora missing, me esperaban dos semanas en Cholula.
¿Y qué hay en Cholula?
Dicen que entre Iglesias y capillas suman más de 365 en Cholula, una para cada día del año; y es cierto que levantando la vista no asoman más que picos de sus tantas iglesias, pero lo de 365 es una leyenda.
Cantina El Reforma, con un mural de todas las iglesias de Cholula
Además, Cholula es conocida por la matanza que protagonizó el conquistador español Hernán Cortes contra los cholultecas, considerado uno de los episodios más sangrientos de la aniquilación indígena. Por supuesto, encima de la pirámide que había en Cholula, que es el basamento piramidal más grande del mundo, nuestro querido Hernán colocó una iglesia, de modo que hoy sólo queda una base cubierta por un cerro y la iglesia en lo alto.
Y de telón de fondo, un volcán llamado Popocatepetl.
(lo único que queda del mural indígena de arriba)
(lo único que queda del mural indígena de arriba)
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